Pocos meses después de la publicación de “Meet the Curlews!”, el sello Innova edita un nuevo proyecto de Cartwright bajo el nombre de Gloryland Ponycat. Se trata de un trio formado por nuestro protagonista al saxo tenor, Adam Linz al contrabajo y Alden Ikeda a la batería. El discó se tituló “Black Ants Crawling” (2003), y en él Cartwright vuelve a sus raíces, al free jazz de los ’60 y ’70,en formación de trío acústico.
Se compone de dos temas propios, “Christmas” (11’50) compuesto por el propio Cartwright, y “Yellow Robot” (9’34), de Adam Linz, además de varias versiones de músicos que la banda adoraba, como el “God Has Smiled On Me” (5’59) del pianista y organista Don Pullen (que tocó, entre otros, con Mingus o Dave Murray), tres piezas unidas del misterioso contrabajista Henry Grimes, “Fishy Story/For Django/Saturday Night What Th’?” (15’48), y “Jerry” (7’19), del saxofonista de free jazz Frank Wright. Creo que, aún encuadrándose en la parte más libre del jazz, este es un disco bastante asequible, que combina momentos melódicos con otros más experimentales de gran intensidad. Además, los tres músicos están soberbios, algo totalmente indispensable para que un disco de un trio funcione de verdad.
Y volvemos con Curlew. Tras la publicación de “Meet The Curlews!”, Davey Wiiliams dejó la banda, siendo sustituido por el guitarrista Dean Granros. Aunque Williams era uno de los pilares en el sonido del grupo, Granros hace un buen trabajo, y si a esto le añadimos una mayor compenetración entre los músicos de los “nuevos” Curlew, unas mejores composiciones, y un sonido más profundo, tenemos como resultado un nuevo disco mucho mejor que el anterior. En septiembre de 2003, Curlew, formado por Cartwright, Golden, Parker, Chalenor y Granros, publica “Mercury”, que sería su último trabajo (sin contar el LP “Gussie”, que se publicó a finales de año, pero que recogía una actuación de 2001).
Nada más empezar “Still” (3’34), quedamos atrapados por su contundencia. Compuesta por el baterista Bruce Golden, es toda una demostración de fuerza, con un principio de guitarra, bajo y bateria fantástico, bonitos detalles jazzísticos de órgano y piano, y un solo de saxo impresionante, apoyado por la guitarra de Granros. Le sigue otra gran pieza, “Funny Money” (6’22), escrita por el pianista Chris Parker. Sobre un ritmo funky, muy marcado, se suceden buenos solos de saxo, de órgano y de guitarra. Destacaría el gran papel de Golden a la batería y las partes más cercanas al free jazz, donde el saxo se combina a la perfección con el piano y la sección rítmica. Nada más comenzar “Leaven” (4’03) nos damos cuenta que estamos ante una composición de George Cartwright. Un bajo profundo y solemne y una melodia de saxo entrecortada nos devuelven al Curlew de años atrás. Me encantan el solo de saxo, reforzado con efectos, y el curioso y original solo de guitarra, en el que Granros sigue la estela de Davey Williams y sale bien parado. El siguiente corte, “Call” (3’07), también compuesto por Cartwright tiene buenos momentos de saxo y guitarra, y aunque resulta algo disperso en general, me gusta mucho. Le siguen otra composición del líder de la banda, titulada “Late Date/There Is” (9’02), y va en la onda de los temas festivos de Curlew, con cierto aire africano en la melodia de saxo, y una sección rítmica contundente, con un bajo muy activo. La fiesta termina cuando la pieza lleva 3’30 minutos y el bajo esboza unas notas misteriosas que nos adentran en una atmósfera distinta, con la guitarra y el saxo combinándose en lo que parece una improvisación controlada, con sonidos que aparecen y desaparecen hasta el final.
“Ludlow” (4’08) es el único tema del disco compuesto por el bajista Fred Chalenor, y tiene ese aire cinematográfico que a veces caracteriza la música encuadrada en el “Downtown” neoyorquino. Buen solo de saxo, y bonitos detalles de órgano y piano. Cartwright vuelve a la carga con la contundente “Small Red dance” (3’05), con buenos momentos de teclado y guitarra, y una melodia de saxo al más puro estilo de la banda. Y si el primer tema del disco no gustó, aquí tenemos su segunda parte, “Still Still” (3’36), donde destaca un tremendo solo de saxo tenor, el apoyo del órgano y el impresionante trabajo de Bruce Golden a la batería. ¡Genial!. Para terminar, “Song Of New” (7’10), una pieza algo monótona de Cartwright, con guitarras cercanas al country,una melodia de saxo inocente y bonitos solos de Cartwright y Granros. Este sería el último trabajo de Curlew.
En 2006, el sello Innova publica el álbum “The Ghostly Bee”, grabado en directo el el Eye Drum de Atlanta en febrero de 2005. En esta actuación Cartwright está acompañado por Davey Williams a la guitarra, Bruce Golden a la batería, Chris Parker a los teclados (todos miembros de Curlew), y el bajista de Gloryland Ponycat , Adam Linz. Este no es un disco fácil, ya que esta dividido en dos largas improvisaciones , “Your Test Tube Baby’s Gonna be Fine/The Hardwood” (29’32) y “Even Better a Mockingbird” (48’05). Al ser improvisación libre, es un disco imposible de analizar, y cuya audición produce un efecto diferente en cada ocasión. Atmósferas inquietantes, largos solos, muchos efectos, continuos cambios de ritmo….Un buen disco que recoge un momento concreto de la banda, y que como cualquier otro álbum improvisado, resulta casi contradictorio que sea grabado y escuchado fuera de su contexto, que es exclusivamente la noche en la que se interpretó.
En noviembre de 2006, Cartwright realiza un espectáculo multimedia con poesías e imágenes de Anne Elias y música compuesta por él e interpretada por Adam Linz (bajo), Alden Ikeda y JT Bates (baterías), Chris Parker (teclado), Christina Baldwin ( voz grabada recitando las poesías) y como no, Cartwright al saxo. Esta actuación en el Walker Art Center de Minneapolis fue grabada y publicada en Cd por el sello Innova en octubre de 2007 bajo el título de “A Tenacious Slew”. Este es quizás el disco de la última época del saxofonista norteamericano que más puede gustar a los seguidores de Curlew. Los solos de saxo son fantásticos en todos los temas, sobretodo en “The Stopendous fabric”, con aires a John Zorn y una sección rítmica impresionante o al final de “ARM”, que en el álbum “Meet The Curlews!” pasaba casi inadvertida, pero aquí, unida a la poesía “Radio News” y con 18 minutos de duración se convierte en una gran pieza, solemne en ocasiones, y con un aire a Soft Machine, quizás por la melodía en sí y la utilización del órgano. Otra pieza conocida del disco es la ingenua “Fluffy Pie and Warrior”, del álbum “ The Memphis Years”. Un gran directo que marca el final de la producción en Cd de Cartwright.
Francisco Macias